14-06-2016
Una vez finalizados los estudios universitarios muchos jóvenes se encuentran en la situación de decidir que quieren hacer con su futuro y entre las diferentes opciones se encuentra la de prepararse unas oposiciones, con la idea de acceder a un empleo fijo.
Antes de empezar, hay que saber que existen diferentes procesos de selección, así como tipos de pruebas y exámenes y estos son convocados por diferentes organismos públicos como :
La decisión de opositar es algo que hay que pensar detenidamente y tener muy claro cual es el trabajo de tu vida, y en el que te sientes tan cómodo que no te importaría dedicarte a ello durante muchos años.
Una vez que tienes claro que ese es el camino elegido, debes comprobar que cumples los requisitos para acceder a ese puesto y seguidamente buscar algún centro o academia de oposiciones que te guíe y oriente en tu preparación. Aunque también se puede optar por la preparación libre, no es lo más aconsejable, ya que en estas academias te aportarán, temarios, test y diferentes materiales que te ayudarán para aprobar las oposiciones de tu especialidad.
Es importante que te prepares un plan de estudio, para establecer una rutina diaria y no perder el hábito, marcándote unos objetivos, de manera que cuando los alcances te mantengas motivado para seguir con la preparación. Además, para organizarte mejor, puedes realizar esquemas y resúmenes del temario, tratando de relacionar los temas entre sí, para entender mejor el conjunto del temario.
Debes establecer un lugar de estudio fijo, cómodo y libre de ruidos y distracciones, que te permita estar concentrado y aprovechar mejor el tiempo que dedicas al estudio, este es un factor muy importante.
Mientras tanto, debes estar atento a las publicaciones, sobre fechas de exámenes, listas de admitidos y demás información relevante sobre tu especialidad.